Y aquí se acaba la aventura, como pasa el tiempo… parece que fue ayer mismo cuando llegué a
esta ciudad con tantos miedos, aquellos que se disiparon al darme cuenta que me
encontraba ante la experiencia más bonita de mi vida, he crecido he madurado y
he aprendido un millón de cosas que me llevo de regalo.
La vuelta va a ser casi tan dura como la llegada, dejas atrás lo que
ha sido tu vida durante tres meses, tu lugar de prácticas en el que tanto
cariño has cogido a todos y te han cogido a ti, tus amigos que han sido una
familia, cada rincón de tu casa, de tu calle, de la que ya es tu ciudad…
Acaba esta maravillosa etapa, he aprovechado al máximo cada instante y
me he impregnado de todo lo que he podido.
He conocido un país que nunca me imaginé que tuviera tanta belleza
desde una costa a otra desde el norte al sur, esta es la que ya considero mi
segunda casa y espero que la vida me dé la oportunidad algún día de volver a
ella.
Realmente parece mentira que saques la maleta de debajo de la cama y
empieces a guardar todas tus cosas, las cuales se han multiplicado y no sabes
cómo van a caber, me llevo muchos recuerdos para el día de mañana poder
mirarlos y acordarme de lo feliz que me hizo esto y de lo que aprendí y crecí.
Dublín esto no es una despedida es un hasta pronto querida amiga,
gracias por regalarme tanto.
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