Mi experiencia Erasmus ha terminado,
tengo una mezcla de sentimientos un tanto extraña.
Por un lado tengo la emoción por volver a
encontrarme con mi familia, ver a mis amigos, retomar mi vida cotidiana; pero
por otro lado tengo el sentimiento de tristeza y nostalgia porque sé que este
viaje que emprendí hace tres meses ya llega a su fin y no quiero que se acabe.
No quiero levantarme a la siete de la
mañana y ver que ya no podré trabajar en la escuela infantil. No quiero ver que cuando coma lasaña o
pizza, ya no será lo mismo. No quiero ver que llegue la hora del café
y no pueda quedar con mis amigos “erasmus”, al igual que no quiero darme cuenta
que cuando llegue el fin de semana no podremos planear ningún viaje juntos.
No quiero darme cuenta de tantas cosas…
porque realmente el ERASMUS, ha sido una experiencia única, inigualable, creo
que la palabra que estoy buscando es INEFABLE (algo tan increíble que no puede
expresarse con palabras).
En estos tres meses, me ha dado tiempo de
conocerme mejor a mí misma, he conocido muy bien mis puntos débiles y he
desarrollado mucho más mis puntos fuertes.
No puedo decir nada negativo de esta
experiencia, ya que en todos los aspectos lo mire por donde lo mires ha sido
todo positivo.
Aquí os dejo varias imágenes de lo que ha
sido mi experiencia en Italia, mi preciosa Italia, tengo claro que volveré a
visitarla.
Y también tengo claro que al terminar mis
estudios si no encuentro trabajo aquí, me iré a encontrarlo allí.
¡¡¡¡Os recomiendo a todos esta preciosa
experiencia!!!!
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