Ya me encuentro en la recta final del
camino que emprendí hace tres meses con muchas ganas y mucha ilusión, cosas que
sigo teniendo todavía ya que no me quiero ir de la isla.
Cuando quedaban pocos días para venirme a
Malta se notaba el agobio, la presión y quizás el miedo por ir a un lugar
desconocido para mí, pero cuando llegué me sentía como si lo conociera de toda
la vida. Aquí la mayoría de gente te trata muy bien y te ayudan cuando lo
necesitas.
Al principio es difícil adaptarse a la
nueva rutina, a la cultura y costumbres
del país, pero con el tiempo es más fácil porque sabes que este va a ser tu
hogar durante tres meses y en el que vas a vivir un montón de cosas que se
quedarán siempre contigo. Aquí en Malta he hecho amigos de todas partes del
mundo con los que he disfrutado todo lo que he podido, he vivido experiencias
inolvidables y que espero y sé que lo volveré a hacer en el futuro.
He podido visitar muchos lugares y sitios
históricos aunque me siguen quedando algunos por visitar. La isla está llena de
lugares súper bonitos para perderte, como pueden ser la isla de gozo, Blue
lagoon, Popeye Village, Mdina…También puedes salir de fiesta por
Paceville o Gianpula en donde te lo pasas bien si o sí.
El vivir en la isla alejada de mi familia
y mis amigos de España me ha servido para hacerme madurar aún más y para
sentirme más independiente de lo que era antes.
Sin duda le recomendaría a todas las
personas que conozco vivir una experiencia como esta alguna vez en la vida ya
que son tantas las cosas que aprendes y que te llevas contigo que es difícil de
explicar.
Ya quedan pocos días para volver y de
verdad que no me quiero ir. Tengo la sensación de que cuando vuelva a Sevilla
ya no va a ser lo mismo; desde luego hecho muchísimo de menos a mi familia pero
aquí he hecho amigos a los que considero como mis hermanos; y no me voy a
sentir del todo en mi hogar como ya me han contado algunos amigos que han
vuelto ya para Madrid.
Desde luego me
llevo muchos recuerdos, momentos tristes de despedidas, momentos alegres con
mis amigos, nuevos amigos, aventuras, experiencias, madurez… en fin cosas que
no se pueden explicar con unas simples palabras porque eso hay que vivirlo.
Sé que voy a llorar mucho cuando me vaya
porque estoy dejando mi segundo hogar atrás; en mi caso el tercero; pero al que
pronto volveré ya que he decidido quedarme algún tiempo a vivir y que mejor que
con mis amigos. Así que nos vemos pronto Malta, ya que como escuche una vez,
esto no es un adiós sino un hasta luego. J
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