Mi estancia en Rouen, Francia, está
marcando un antes y un después en mi vida, tanto a nivel profesional y
académico, como a nivel personal.
Está siendo una experiencia
inmejorable. Estar en otro país te ayuda a alcanzar una mayor madurez, a
ampliar tus horizontes, y, sobre todo, a comprender y aprender de otras
culturas. Por otro lado, descubrir los maravillosos lugares de la ciudad
respirando su historia, hacer nuevos amigos, y lo más importante, DISFRUTAR.
Hay numerosas cosas por visitar: Sus
enormes y modernas Iglesias, los espectaculares paseos nocturnos por el río
Sena iluminado, los típicos Pub’s con multitud de Cervezas y siropes para
combinar (Delirium, Chester’s Café…), sus maravillosas plazas, sus
impresionantes paisajes verdes…
Cada día que pasa te vas
encontrando más cómodo. A eso, se le llama Erasmus+, a ir progresando con el
paso de los días, vivir esta gran experiencia al máximo y conocer cada rincón
de la ciudad, sin perder esas ganas y esa motivación, que fueron las que te llevaron
a conseguir esto, la ilusionante Formación Profesional Internacional.
Es cierto, que al principio fue
un poco difícil. Eran momentos de reflexión y autoanálisis… ya que tenía que
adaptarme por completo a una nueva rutina, hábitos, horarios… y lo más
importante, el estar lejos de mi familia y amigos.
Sin embargo, sólo fue cuestión de
tiempo, concretamente una semana en la que mi oído se iba haciendo poco a poco
y mi francés mejoraba con el paso de los días.
Cuando empiezas algo nuevo
siempre sientes ciertos nervios por la incertidumbre que provoca el cambio y el
desconocimiento, así que cuando llegué a la empresa por primera vez estaba un
poco nervioso, pero con ganas de conocer el lugar y el trabajo que desempeñaría
a lo largo del próximo mes y medio.
Adaptarse fue rápido con la
acogida que recibí y que recibía cada día de cada uno de ellos. He aprendido
mucho, sí, pero sólo gracias a ellos, cada día me iba aprendiendo algo nuevo y
escuchando todos esos consejos que son los que me han hecho crecer en todos los
aspectos. Gracias a ellos fui haciendo mi propia personalidad profesional y
asumiendo más responsabilidades.
Lo importante ahora, es aplicar
esos conocimientos y esa personalidad en la nueva empresa, donde estoy deseando
asumir nuevos retos.
También, hay tiempo para
divertirse y desconectar un poco, por lo que os voy a hacer un pequeño resumen
de un fin de semana aprovechado al máximo. Ha sido increíble, rodeado de amigos
y disfrutando de la visita à le Mont-Saint Michel y los impresionantes
acantilados de Étretat, una de las zonas más atractivas de la costa de
Normandía.
Para finalizar, qué mejor que con
una buena barbacoa para reponer fuerzas, música y amigos, no se puede pedir
más…
¡Ahí os dejo unas fotos para que veáis esta
hermosa parte de Francia! À bientôt!
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