La experiencia en Irlanda ha sido la mejor de mi vida posiblemente, la
recomendaría a cualquiera que tuviera la oportunidad. Desde
el trabajo en la tienda hasta las fiestas que hay aquí son totalmente
diferentes a España.
En la tienda todos mis compañeros jefes y demás eran muy buenas personas
y me echaban una mano siempre que podían. Se portaron
muy bien conmigo.