Dublín... O como dirían los irlandeses;
Baile Atha Cliath.
Sin darnos cuenta llevamos ya dos mes
aquí, quien lo diría...
Poco a poco nos vamos mimetizando más
con la ciudad y ya casi no parecemos forasteros en Dublín, ya hasta estamos
cogiendo ese colorcito peculiar de blanco lavabo tan autóctono de la zona.
En este último mes hemos sufrido distintas emociones diversas, como los pellizquitos de morriña al ver la Semana Santa con el espectacular tiempo que hizo, al igual que la feria. Fue un poco difícil estar lejos de casa en esas fechas tan señaladas.
Pero bueno en el fondo nos queda las
experiencias típicas de esas fechas aquí en Dublín, como es la “Pascua” que es
lo que se celebra aquí. Fue muy gracioso ver por todas las tiendas huevos y
conejitos de chocolate. Ese mismo Domingo de Pascua fuimos a visitar un parque
muy famoso aquí en Dublín, St. Stephen’s Green. Es un parque muy bonito, con un
lago central lleno de patos, cisnes y gaviotas y todo muy verde y florido.
En los fines de semana siguientes
hemos seguido descubriendo un poco mas el centro de la ciudad, sobre la zona de
Temple Bar donde pudimos ver el Muro de la Fama, que es un monumento dedicado a
grandes artistas de la música irlandesa como por ejemplo U2, y también pudimos
ver un hotel/Pub muy curioso ya que toda la fachada entera estaba pintada muy
colorida y llamativa.
A principio de este mes de mayo
tuvimos que mudarnos a otro piso a causa de la disponibilidad del primero,
aunque nos encanta el nuevo piso ya que es entero para nosotros tres y es muy
luminoso y esta muy cerca de mi trabajo y junto a donde cogen los transportes
Sara y Gloria para ir a sus trabajos. Aunque este domingo volveremos al primer
piso ya hasta que nos volvamos a España y en parte lo preferimos ya que es más
barato que este y esta situado muy cerca de supermercados y Henry Street que es
de las calles principales de tiendas del centro.
Hace dos fines de semana recibí la
visita sorpresa de mi madre lo cual me dio una gran alegría justo en un momento
que pasaba un bajoncillo.
En el ámbito prácticas estamos muy
contentos cada uno en nuestras empresas, aunque obviamente hay días mejores y
días peores.
Y como dije al principio de estas
líneas sin casi darnos cuenta ya han pasado dos meses desde que llegamos a esta
magnifica ciudad y solo nos queda la recta final, el último mes.
Y aunque hemos tenido nuestros
altibajos de ánimo, lo cual es normal al estar tan lejos de casa, en cierto
modo ya estamos muy hechos a vivir aquí, tenemos nuestra rutina y ya caminamos
por la ciudad como otro dublinés más y no como un extranjero medio perdido. Lo
único que si notamos es como si viviéramos en una estación constante ya que
aunque a mejorado el tiempo desde que llegamos, sobre todo el frío, aun mas o
menos nos mantenemos a la temperatura de Sevilla de cuando nos vinimos y eso
nos hace creer que vivimos congelados en una misma estación. Aunque ya
prácticamente estamos acostumbrados al clima y a no salir nunca sin paraguas ya
que aunque amanezca soleado, en Dublín nunca sabes lo que puede pasar! Y hasta
ellos mismo hace chiste del clima aquí en Dublín ya que una tienda de recuerdos
se llama “The Seasons of Dublin” y su logo es muy gracioso.
La verdad que echamos mucho de menos
España, nuestra casa, ciudad, comidas, etc. pero estamos seguros que el día que
volvamos nos iremos con una espinita y echaremos de menos nuestra vida aquí en
Dublín.